Cómo ahorrar dinero, utilizando 3 trucos psicológicos
La mejor forma de ahorrar, utilizando 3 simples trucos psicológicos, que te permitirán alcanzar tus metas.
Todos los viernes por la tarde, ya sea al salir de la universidad o al salir del trabajo, te enfrentas a una decisión. O sales a tomar con tus amigos, o guardas ese dinero. Aquí te mostraré la mejor forma de ahorrar, utilizando 3 simples trucos psicológicos, que puedes comenzar a aplicar desde ya. Comencemos por el principio. ¿Por qué y para qué ahorrar?
Ahorrar con objetivos
Siempre nos dicen que tenemos que ahorrar, e intuitivamente también lo pensamos y nos lo repetimos todo el tiempo. Ahorrar es simplemente dejar de gastar hoy, en el presente, y guardar ese dinero para usarlo en el futuro consumiendo productos y servicios que deseamos comprar después.
Por lo tanto, tienes usos para ese dinero, tienes objetivos.
Primera estrategia: DEFINE OBJETIVOS CLAROS.
Sin objetivos, no hay ahorro. ¿Cuáles pueden ser esos objetivos? Viajar por el mundo, mudarte de casa, comprar tu primer carro, estudiar fuera… Pero resulta que, al final, terminas no cumpliendo tus metas y con un sentimiento de culpa.
¿Qué es lo que explica esto? Aunque tengas objetivos, sean cuales sean, están ubicados en el futuro. Y lo que está en el futuro, mientras más lejos esté, más borroso se ve. Tenemos una tendencia a preferir el presente. O te vas de fiesta hoy, o haces una fiesta más grande mañana.
Estás ante un problema clásico de autocontrol. Intenta recordar tus resoluciones de año nuevo, si es que las hiciste ¿qué objetivos te habías planteado? ¿Qué hábitos querías cambiar? Hacer más ejercicio, comer menos, dejar de perder tanto tiempo en Facebook, gastar menos, comenzar a ahorrar… Viéndolo desde el presente, en nuestro futuro somos personas maravillosas.
El problema es que ese futuro nunca llega. Y la causa se llama sesgo de inmediatez. ¡Tu cerebro siempre prefiere el presente!
Aquí hay 2 recetas para combatirlo, luego de haber definido tu objetivo:
Sustitución de recompensa
Sustituye el gran premio lejano, tu objetivo, por pequeñas recompensas cada vez que ahorres. Compensa cada pequeño sacrificio con una pequeña gratificación. La idea detrás de esto es que a tu yo actual le interesa más un placer inmediato que un beneficio en un futuro lejano.
Lo que tienes que hacer es compensar el sacrificio inmediato con un placer inmediato, en su mismo marco de tiempo. De esta forma, al actuar en función de este beneficio inmediato, también vas a actuar como si a tu yo actual de verdad le interesara el beneficio futuro: en este caso, el objetivo que te propusiste, lo que vas a comprar con lo que estas ahorrando.
En la práctica ¿qué puedes hacer? Veamos la sugerencia de T. Harv Eker en Secretos de la Mente Millonaria, y luego lo simplificamos. (Publicación específica sobre el tema.) Harv propone que distribuyas tu dinero en 6 cuentas… Sí, 6 cuentas.
- 10% en una cuenta para educación,
- 10% en una cuenta de libertad financiera (la cuenta que debe crecer constantemente y que usarás para invertir),
- 10% en una cuenta de largo plazo para gastos futuros,
- 5% en una cuenta para donación (porque ayudar a otros también hace falta),
- 10% en una cuenta de diversión (para gastar en cualquier entretenimiento o placer),
- 55% en una cuenta para necesidades básicas (tus gastos recurrentes).
Pero 55% es como poco para tus gastos ¿verdad? Te lo voy a poner más fácil. Lo importante es comenzar, así sea con una moneda. Inicia abriendo una cuenta adicional en el banco, donde vas a ir colocando lo que ahorres. Y, de forma simbólica, para ir trabajando tu cerebro, coloca dos botes en tu casa, uno para ahorros y otro para diversión. Deshazte de esas monedas fastidiosas que a nadie le gusta cargar encima metiéndolas en los botes, en lo posible, de forma igualitaria. Así irás creando la asociación entre diversión y ahorro.
Pero si quieres meterte de lleno, te recomiendo que también abras en el banco la cuenta de diversión, para que hagas lo mismo con montos más grandes. ¿Se te ocurre otro tipo sustitución? Escríbela en los comentarios.
Un contrato de Ulises
![Ulises y las Sirenas - John William Waterhouse [Public domain], via Wikimedia Commons](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/04/WATERHOUSE_-_Ulises_y_las_Sirenas_%28National_Gallery_of_Victoria%2C_Melbourne%2C_1891._%C3%93leo_sobre_lienzo%2C_100.6_x_202_cm%29.jpg)
El origen de esta idea se encuentra en un relato griego.
“El héroe mítico de la Odisea, descubre que existen unas hermosas sirenas cuya irresistible voz obliga a los marineros a llevar sus barcos a la perdición chocando contra los riscos donde estas creaturas mitológicas se encuentran. Ulises, no creyendo estas historias, quiere comprobarlo por sí mismo, pero sabe que la posibilidad de ser mortalmente tentado es demasiado alta, por lo tanto, ordena a sus marineros a ponerse cera en los oídos (para que ellos no escuchen a las sirenas) y que lo amarren (a Ulises) al mástil. En otras palabras, mientras elimina la tentación de sus marineros, en su caso, se enfrenta a la tentación, pero incapacitado de actuar sobre la misma.” (Vía Coach Jack)
Piensa en estas situaciones. Quieres hacer ejercicio, por lo que pagas a un entrenador por adelantado o una suscripción, así te obligas a ir al gimnasio para no perder el dinero. O tienes una semana de exámenes en la universidad así que le das tu Facebook a un amigo para que cambie la clave y no lo puedas usar por ese tiempo. Intuitivamente haces uso de contratos de Ulises en tu vida diaria.
Un contrato de Ulises es una decisión que tomas hoy para obligar a tu yo futuro a cumplir un con compromiso.
En el caso del ahorro, lo que tienes que hacer es inmediatamente te llegue dinero, tomar el porcentaje que determinaste y pasarlo de inmediato a la cuenta de ahorros. Luego te manejas en el mes con todo el resto del dinero. No dejes el ahorro para el final, “lo que te sobre”, porque sabes muy bien que nunca sobra dinero a fin de mes.
Normalmente la gente me dice que no ahorra porque no tiene suficientes ingresos. Pero si lo haces como te estoy diciendo, te vas a dar cuenta de que automáticamente reducirás gastos en las áreas en las que realmente sobre, sean cuales sean. Así hayas comenzado ahorrando 1% de tu ingreso, no importa, poco a poco puedes ir aumentando, la idea es que te vayas acostumbrando a este proceso. Por ensayo y error vas a ir viendo cuánto es lo óptimo que puedes ahorrar cada mes.
Ahora una recomendación extra. Al igual que en el caso del gimnasio, es bueno establecer tu objetivo y contárselo a otras personas. Eso crea un sentimiento de compromiso, porque te van a estar monitoreando. Similar con el caso del entrenador o coach en el gimnasio.
3 trucos psicológicos
Entonces, resumiendo. Hoy te di tres trucos psicológicos para ahorrar.
1. Define objetivos claros, y anúncialos.
2. Utiliza dos cuentas adicionales y/o dos botes para compensar depósitos para ahorro con depósitos para diversión.
3. Realiza el ahorro al principio, cuando recibas el dinero, no al final.
¿Qué tienes que hacer ahora?
1. Lo más fácil y rápido. Escribe en los comentarios tu objetivo y comprométete a ahorrar.
2. Suscríbete al canal de Youtube.
3. Abre la cuenta de ahorros (y la cuenta de diversión).
4. Si quieres aumentar tus ingresos, puedes iniciar con este ejercicio que diseñé para que encuentres tu mejor idea de negocios en menos de 20 minutos.
Gabriel González Florentino – El Economista Youtuber
Puedes tomar acción de inmediato
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6 replies to "Cómo ahorrar dinero, utilizando 3 trucos psicológicos"
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[…] un contrato de Ulises. Esto es una decisión que tomas hoy y te obliga a cumplir con un compromiso en el futuro. Si […]
Muy bueno.e interesante gracias por todo lo dicho